Ecuador
El programa Juego Limpio 2030 es una estrategia de inclusión social enfocada a contribuir en la reducción de los factores de riesgo que afectan a los niños, niñas y adolescentes ecuatorianos comprendidos entre los 8 y 18 años de edad. Esta orientación se formula a partir de los preceptos legales contenidos en la Constitución de la República del Ecuador en cuanto a garantizar los derechos de los jóvenes y promover programas que aseguren su bienestar; principios que se particularizan como fundamentales para la población ecuatoriana en la Ley del Deporte, Educación Física y Recreación.
Cabe mencionar que según datos de investigación científica deportiva, cerca del 89% de ecuatorianos no practica actividades físicas intencionales de forma habitual; por tanto, se precisa contar con un conjunto de espacios físicos y asociativos que impulsen el acceso masivo al deporte, favoreciendo la ocupación positiva del tiempo libre con actividades que contribuyan a la salud, la formación y el desarrollo integral de las juventudes sin discriminación por razón de género, condición socioeconómica, etnicidad, discapacidad, etc.
En términos de la infraestructura necesaria para la implementación del programa Juego Limpio 2030, se propone la construcción y remodelación de 1,000 canchas de futbol a lo largo del territorio nacional. Estos espacios se ubicaran en establecimientos educativos o en áreas públicas y se proveerá de implementación deportiva y recursos humanos capacitados para la atención de los participantes.
La propuesta metodológica del programa se centra en el desarrollo y fortalecimiento de las habilidades y destrezas deportivas que maximicen las potencialidades de los participantes de manera integral, particularmente en la adquisición de comportamientos y actitudes vinculadas a la apreciación de la diversidad, la responsabilidad, el compromiso, la valoración de sí mismo y del otro. Es decir que no solamente se enfatizará en los aspectos físicos, técnicos y tácticos, sino también en las aptitudes que les permitan convivir en un entorno de paz y armonía, en condiciones de igualdad y en ambientes emocionalmente seguros.
Para tales efectos se aprovechará el momento evolutivo de los participantes para transmitir valores mediante la actividad física, el deporte y la recreación. Unicef, define al deporte como “Una Escuela Ideal para la Vida”, ya que las destrezas y habilidades que se aprenden a través del juego son fundamentales para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes. La cooperación, el respeto, la resolución de problemas, la comprensión, las relaciones con los demás, el liderazgo, el respeto a los demás, el valor del esfuerzo, como ganar y como perder, como manejar la competencia, el juego limpio, el compartir, la autoestima, la confianza, la honradez, el amor propio, la tolerancia, la resistencia, el trabajo en equipo, la disciplina, y el trabajo en uno mismo, son valores y habilidades que se aprenden y se fortalecen mediante la práctica de una actividad deportiva. Estos aprendizajes forjarán en ellos las bases para la construcción de su personalidad y sus relaciones con los demás, propiciando su interiorización y su proyección hacia la comunidad.
Es importante indicar que en el marco de la formulación y ejecución de la propuesta, se llevarán a cabo alianzas con instituciones públicas y privadas, así como con organismos de cooperación internacional que permitan la sostenibilidad y seguimiento de los procesos.
Objetivos
a) Objetivo general
- Poner en valor la práctica del fútbol como herramienta para la disminución de factores de riesgo en los niños, niñas y adolescentes ecuatorianos.
a) Objetivos específicos
- Generar espacios (físicos y asociativos) que favorezcan la ocupación positiva del tiempo libre, en donde se desarrollen actividades formativas para niños, niñas y adolescentes comprendidos entre 8 y 18 años de edad.
- Fomentar el desarrollo de habilidades deportivas inclusivas enmarcadas en la práctica de valores y juego limpio.
- Fortalecer las capacidades de resiliencia de niñas, niños y adolescentes, así como sus actitudes y comportamientos positivos desde el campo de juego hacia su cotidianidad.
- Promover conductas de vida saludable que incidan en la disminución de factores de riesgo como el consumo de alcohol, tabaco y drogas en poblaciones vulnerables.
- Crear un modelo de formación atractivo que vaya más allá del juego, involucrando en el proceso a diversos actores clave comprometidos en la promoción de valores, una vida saludable, la prevención de adicciones y la convivencia pacífica como habilidades individuales para la vida y competencias prácticas del capital social comunitario.